En los años 70 trabajé como colaboradora e ilustradora de la Revista Vosotras de la Editorial Julio Korn mientras estudiaba en la Facultad de Arquitectura de la UBA, con lo que me pagaban pude solventar en gran parte los costos de la carrera. Tenía que hacer cuatro ilustraciones por mes –preferí usar tintas y marcadores sobre papel– que de algún modo se emparentaban con los croquis que se hacían a mano alzada en la Facultad, recorriendo y dibujando edificios, calles y avenidas arboladas, abusando de la perspectiva con dos puntos de fuga o con una sola, mis dibujos siempre tenían mucho que ver con la arquitectura.